Descubre el Castro de Santa Trega en A Guarda

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Historia, Cultura y Vistas Únicas

El Castro de Santa Trega, situado en lo alto del monte homónimo en A Guarda, Pontevedra, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Galicia y un lugar que combina historia milenaria, patrimonio cultural y panorámicas impresionantes sobre la desembocadura del río Miño y la costa atlántica. Este enclave, habitado desde la Edad del Hierro, es un referente para comprender la cultura castrexa y su evolución a lo largo de los siglos.

Un enclave privilegiado sobre el Atlántico

Ubicado a 341 metros de altitud, el monte de Santa Trega ofrece una posición estratégica que en la antigüedad permitía controlar las rutas marítimas y fluviales. Desde su cima se domina la desembocadura del río Miño, el litoral portugués y las rías gallegas. En días despejados, la vista se extiende hasta el horizonte, donde el mar y el cielo se funden en un mismo tono azul intenso.

La localización no solo era ventajosa para la defensa, sino que proporcionaba acceso a recursos abundantes: pesca en el Atlántico, caza en los bosques cercanos y comercio con otras comunidades costeras.

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Historia y origen del Castro de Santa Trega

Las excavaciones arqueológicas han demostrado que el castro comenzó a poblarse en torno al siglo IV a.C., alcanzando su máximo esplendor entre los siglos I a.C. y I d.C. Durante este periodo, la comunidad castrexa desarrolló una economía mixta basada en la agricultura, la ganadería y el comercio marítimo.

El contacto con el Imperio Romano dejó huellas visibles en el yacimiento: restos de cerámica, monedas y herramientas de metal. La romanización introdujo cambios en la organización social, la arquitectura y las prácticas comerciales, sin borrar la esencia cultural galaica.

Arquitectura castrexa: un viaje al pasado

El Castro de Santa Trega es uno de los mejores ejemplos de urbanismo castrexo conservados en Galicia. El asentamiento se componía de viviendas circulares y ovaladas construidas con piedra granítica, techadas originalmente con paja o materiales vegetales. Estas estructuras se agrupaban en manzanas delimitadas por calles estrechas y murallas defensivas.

Murallas y defensas

El poblado estaba protegido por un sistema de murallas y terraplenes que reforzaban la seguridad frente a ataques.

Viviendas y vida doméstica

La planta circular, típica de la cultura castrexa, facilitaba la resistencia al viento y optimizaba el espacio interior. En su interior se organizaban áreas de descanso, cocina y almacenamiento.

Zonas comunes y artesanado

Se han identificado áreas para el trabajo artesanal, hornos para la cocción de pan y espacios de reunión social, lo que evidencia una comunidad compleja y bien organizada.

El Museo Arqueológico de Santa Trega (MASAT)

Dentro del recinto se encuentra el Museo Arqueológico de Santa Trega, que alberga una valiosa colección de piezas recuperadas en las excavaciones.

Cerámica castrexa y romana

Muestra la evolución de las técnicas de producción y los intercambios culturales de la época.

Utensilios de metal

Incluyen armas, herramientas y adornos que reflejan la vida cotidiana y el nivel tecnológico de la comunidad.

Modelos y recreaciones

Permiten imaginar el aspecto original del poblado y comprender su organización urbana.

Rutas y senderos para descubrir el monte

El monte de Santa Trega no solo es un yacimiento arqueológico; también es un espacio natural con rutas de senderismo que permiten disfrutar de su biodiversidad y sus vistas.

Ruta del Castro

Recorrido que atraviesa las principales zonas excavadas, con paneles informativos que explican cada sector.

Miradores naturales

Puntos como el mirador del Río Miño o el del Océano Atlántico ofrecen panorámicas incomparables.

Senderos forestales

Caminos que serpentean entre pinos y eucaliptos, ideales para una caminata tranquila antes o después de la visita cultural.

Panorámicas únicas desde la cima

Desde la cima se contempla la desembocadura del río Miño, el puerto de A Guarda, la costa norte de Portugal y el relieve ondulado de las Rías Baixas, salpicado de islas y cabos. Las puestas de sol desde este punto son especialmente recomendables para los amantes de la fotografía.

Fiestas y tradiciones en torno al monte

Cada verano, a finales de agosto, se celebra la Festa do Monte, una de las citas más importantes de A Guarda. Esta festividad combina actos religiosos, eventos culturales y actividades populares que rinden homenaje a la identidad local y a la historia del monte de Santa Trega.

Durante la fiesta se organizan romerías, conciertos, competiciones deportivas y degustaciones gastronómicas donde no faltan las delicias marineras como el pulpo a feira o las navajas a la plancha.

Cómo llegar al Castro de Santa Trega

En coche

Desde Vigo, se toma la AP-9 hasta O Porriño, enlazando con la PO-552 que bordea la costa hasta A Guarda. Desde el centro del municipio, una carretera asfaltada sube directamente al monte.

A pie o en bicicleta

Existen rutas señalizadas para los más aventureros, que permiten ascender disfrutando del paisaje.

Transporte público

Hay conexiones regulares en autobús desde Vigo y Tui hasta A Guarda, aunque el acceso final al monte requiere vehículo o caminata.

Consejos para la visita

  • Mejor momento del día: temprano por la mañana o al atardecer, para evitar las horas de mayor calor y aprovechar la luz para las vistas.
  • Calzado cómodo: los caminos son irregulares y empinados en algunos tramos.
  • Protección solar: incluso en días nublados, la exposición en la cima puede ser intensa.
  • Visita guiada: ideal para entender el contexto histórico y arqueológico del castro.

Gastronomía cercana: sabores de A Guarda

La visita al Castro de Santa Trega se complementa con una experiencia gastronómica en A Guarda, conocida como la capital de la langosta. En sus restaurantes y tabernas del puerto se pueden degustar:

  • Langosta a la plancha o en caldereta.
  • Mariscos frescos como percebes, almejas y mejillones.
  • Pescados del día, preparados de forma tradicional.
  • Vinos albariños y otros blancos de las Rías Baixas.

Patrimonio complementario en A Guarda

Además del castro, A Guarda ofrece otros puntos de interés que merecen ser explorados.

Centro histórico

Calles estrechas, plazas acogedoras y arquitectura marinera con fachadas coloridas y galerías típicas.

Puerto pesquero

Lugar de encuentro y actividad diaria de la villa, perfecto para pasear y observar la llegada de las embarcaciones.

Playas cercanas

Playa de Area Grande o la playa de Fedorento, ideales para relajarse después de la visita cultural.

Rutas naturales próximas

Para quienes deseen continuar descubriendo el sur de Galicia, el Parque Natural del Monte Aloia y la costa miñota ofrecen senderos y miradores excepcionales.

Importancia cultural y turística

El Castro de Santa Trega no solo es un testimonio arqueológico; es un símbolo de la identidad gallega y un motor turístico para A Guarda. Su conservación es fundamental para preservar la memoria de las generaciones pasadas y seguir atrayendo visitantes interesados en la historia, la arqueología y la naturaleza.

Quien se acerque hasta su cima, no solo descubrirá restos milenarios, sino también la esencia de un territorio que ha sabido mantener vivo su legado a lo largo de los siglos.

En definitiva, el Castro de Santa Trega es una visita imprescindible para quienes viajan por Galicia o el norte de Portugal. Su combinación de historia, paisaje y cultura lo convierten en uno de esos lugares que dejan huella y que invitan a volver una y otra vez.

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